A cargo de Companyia de Jocs l’Anònima y sus autores Víctor Baroja i Òscar Garcia.
El proyecto “Sonos Ludum. Paisatge sonor del joc a Catalunya” nos permite viajar por Cataluña. Y hemos viajado acompañados de los sonidos que generan los juegos. Mediante la grabación de campo, el registro sonoro se ha llevado a cabo en las propias localizaciones de donde son característicos cada uno de los juegos. Configurando una cartografía del paisaje sonoro de Cataluña, tenemos un retrato del juego tradicional, para preservar la memoria viva del sonido lúdico de nuestro territorio.
En el mundo del juego hablamos de memoria lúdica, aquellos recuerdos que nos quedan de los juegos que hemos practicado en la infancia. Recuerdos que recuperamos cuando decimos: “¡Ay, sí!” ante un estímulo que nos regresa a los juegos que jugábamos en calles y plazas. La memooria lúdica es la que nos une y nos vincula con las generaciones pasadas y hace que los juegos se transmitan con un hilo invisible de generación en generación y nos permite tener unos recuerdos como comunidad. La memoria lúdica es la que se nos activa cuando enrollamos una cuerda alrededor de una peonza, después de años de no hacerlo, o como podemos recordar los movimientos de las piernas al saltar a la cuerda.
